Hay momentos q se imprimen con tanta intensidad q devienen indelebles.
Ciertos personajes, lugares y eventos, tienen una magia especial q trasciende al tiempo y permanece de manera intacta en la conciencia por su significado (si carecieran de sentido, ni siquiera se repararía en ellos).
Las preguntas q surgen son muchas e intentan descifrar qué roles juega el pasado en la vida de cada persona.
¿Para qué se acumulan los recuerdos?
¿Por qué motivos se vuelven a evocar hechos q ya han ocurrido y jamás volverán a acontecer (por la sencilla razón de q ninguna experiencia es capaz de repetirse en igualdad de condiciones iniciales)?
¿La memoria guarda fidelidad en el registro de los hechos o sus percepciones están sujetas a un margen de error q puede variar según diversas escalas?
Es muy difícil establecer con exactitud cuál es el primer o más lejano recuerdo q cada persona tenga de su vida, sobre todo pq en el entorno más inmediato se expande la creación de un relato que da por seguro lo q cada cual en su niñez ha realizado o generado en los demás.
(Dicho de otro modo: antes de tener autoconciencia de la propia condición de ser humano, sucede un acervo de palabras, ideas y emociones q, como un efecto sintetizador, ocupan en algún instante el lugar privilegiado de la propia subjetividad, paradójicamente sostenida por los otros).
Llama la atención q el recuerdo (del latín «re-cordis», volver a pasar por el corazón) esté intrínsecamente asociado a una cualidad cognitiva del cerebro.
¿Acaso no hay olores, ruidos y sabores, capaces de despertar movimientos a modo de reflejo en diversos órganos del cuerpo ante los cuales no necesariamente se gobierna?
El último sábado se presentó el Doctor Cerebro en la Biblioteca Del otro lado del árbol para hacer su clásico show de circo y humor.
La 1ra vez q vi su espectáculo fue en las frías tardes invernales de 2005, cuando caminaba la ciudad en busca de un lugar para vivir.
No tengo más registro q el de haber estado sentado en un lugar al aire libre, esperando un mejor mundo posible y con esa profunda sensación de paz q me volvió a acompañar hace unos días.
📸 : Del otro lado del árbol
Adriano LH 