Si algo caracteriza a los integrantes de una carrera como Trabajo Social es su vocación de solidaridad.
Eso queda de manifiesto en un perfil militante, comprometido y transformador de las condiciones en que habita una población.
A pesar de que en la Universidad Nacional de La Plata sigue estando entre las Facultades con menor concurrencia de estudiantes, vale agregar que de algún modo se encuentra en expansión, ganando posiciones en la agenda de una institución que revindica los derechos humanos e interviene en distintos sectores de la comunidad para aportar soluciones o alternativas ante problemáticas que siempre están latentes.
En las últimas horas, el portal LAPLATA1.com dio a conocer una noticia inspiradora, de ésas que causan gratificación por la empatía que pueden inspirar.
Una estudiante de la Facultad de Trabajo Social, de 22 años de edad, recibió de parte de sus docentes un fular para poder llevar con mayor comodidad a su bebé mientras hace sus caminos en micro de ida y vuelta entre su casa y la universidad.
Las imágenes muestran el contenedor gesto de humanidad por parte de sus compañeros, que ayudan a la joven en el acto de ubicar al pequeño cerca suyo, a la altura de su pecho.
Cuando estas realidades se dan a conocer, asoma una caricia entre tanta desazón e incertidumbre.
Los medios alternativos, que democratizan la información y exploran circunstancias que se alejan de la lógica de la mercancía, tienen la potencialidad de conmover superlativamente.
El mensaje es que el derecho de estudiar puede ser compatible con el derecho a la maternidad y el derecho a la niñez.
Y si todos esos derechos se unen en una causa común, entonces tendremos una sociedad mejor.
Foto: LAPLATA1.com

