Con Dolly nos conocemos desde septiembre de 2000, cuando coincidimos en nuestra ciudad natal, en tiempos donde estrenábamls mayoría de edad y era furor la Mega 98.3, la radio del puro rock nacional, que sonaba en los auriculares de mi walkman Sony cada vez que iba a visitarla.
Nuestra amistad -que también involucra a linda gente que tenemos en común- surge por una serie de circunstancias muy particulares: compartir día y año de nacimiento en una misma localidad. Supongo que esa realidad motivó una suerte de epifanía capaz de combinar los astros en una similar manera de entender la vida.
Mutuamente, hemos sido testigos de momentos agradables y de los otros, todos ellos dejando su huella en mayor o menor medida.
En poco más de dos décadas hemos sobrevivido a las distancias y dándole vitalidad a un vínculo que hoy se mantiene intacto entre La Plata y Australia.
Hace unas semanas nos juntamos en un par de ocasiones, siendo uno de los lugares de reencuentro el emblemático Touring Club de Trelew.
Pasaron 8 años de la última charla presencial en el lugar de nuestro origen.
Socializar esta historia a través de dos imágenes y un texto es iluminar el camino con la familia que uno elige.
También, es invitar a los demás para valorar el aporte y la compañía de personas que hacen más digna la existencia.
Estas fotografías -que siempre dirán mucho más que mil palabras- será el recordatorio de la última vez en que, al menos por ahora, nos hemos visto para charlar distendidamente en una agenda que involucró diversidad de asuntos.
(Y el eco de esas voces seguirán latiendo hasta el próximo café).