Mirando el mapa de Argentina, en un recorrido de norte a sur -o haciendo un barrido visual de arriba a abajo-, Chubut aparece como la antepenúltima provincia de un país que también debería tener como habitualidad referir a la Antártida y las Islas Malvinas como propias y sin condicionamientos.
En su extenso territorio de 224.686 km2 hay aproximadamente 600 mil habitantes (a razón de apenas 2 habitantes por km2), concentrándose el 70 % de la población en tres ciudades principales: Comodoro Rivadavia (186 mil), Puerto Madryn (123 mil) y Trelew (106 mil). Con menor número se sitúan otras localidades como la cordillerana Esquel (33 mil) y la capital Rawson (32 mil).
Entre todas ellas hay un lugar muy particular llamado Gaiman, cuya traducción de los originarios tehuelches significa «punta de piedra» o «piedra de afilar», dado que proliferan las construcciones levantadas en piedra. Con alrededor de 15 mil habitantes es conocido por albergar la colonización galesa en la Patagonia, herencia que se da hacia 1865, con la llegada de 150 habitantes de Gales que dejaron su tierra para afincarse en una pujante nación, lejos del hambre, la pobreza y la falta de oportunidades.
Primero arribaron a la actual Rawson, que recibe ese nombre en homenaje al apellido de Guillermo, Ministro del Interior de Bartolomé Mitre que alentó la llegada de nuevos colonos para el crecimiento social, económico y del país en general. Luego se trasladaron a Trelew, cuya etimología es «Pueblo de Luis». Y finalmente, se ubicaron en Gaiman.
Las tres localidades mencionadas tienen en común crecer a orillas del Río Chubut, pero particularmente en Gaiman subsiste la herencia galesa de manera muy latente: la arquitectura (com construcciones de ladrillos a la vista), el idioma (el galés como segunda lengua) y la cultura (el ritual del té en tres casas tradicionales que llaman la atención del turismo), son sus principales atractivos.
Sin embargo, hubo un espacio ecológico de enorme repercusión del que no quedaron rastros: Parque El Desafío fue una obra artesanal, natural y conceptual, creada por el vecino Joaquín Alonso en 1980 y estrenada públicamente el 17 de enero de 1984. Según el sitio Ser Argentino, el hombre contó que su iniciativa surgió «como el jardín de infantes de un jubilado: jugando y haciendo cosas para mis nietos: laberintos, canchas de futbol, vóley, tenis, bochas y otras. Pinté animales sobre unas chapas, hice un puente por donde pasar, puse carteles, refranes y tótems y una entrada que impacte. Reconstruí los pedazos de un carro roto que encontré a la orilla del río, puse una mesa e hice un fogón para hacer asados. Aproveché el recodo del río e hice una cascada con sirenas”.
Se estima que su hogar temático fue visitado por alrededor de 100 mil personas de 60 países distintos. En 1998 entró en el Guinness de los récords por ser el mayor espacio cubierto de objetos reciclados. Y al respecto, el periodista Octavio del Real detalló que «entre tantos y otros elementos se usaron 50 mil botellas de vino y cerveza, 30 mil latas de bebidas, 25 mil carreteles de hilo, 12 mil tapas de botellas de aceite, 5 mil botellas plásticas, 5 mil metros de cables de teléfono, además de televisores, heladeras, lavarropas, tanques de 100 y 200 litros, partes de automóviles y otros medios de transporte».
Don Joaquín falleció en 2009, a los 90 años de edad. Poco después, en 2012, el lugar desapareció definitivamente tras la venta del terreno.
Qué pena que ninguna autoridad competente tomara cartas en el asunto para declarar patrimonio de la humanidad a un ícono del ambientalismo y reciclado. La rica historia de Gaiman merecía la preservación y el mantenimiento de un legado que nunca debió tener final.
Ni siquiera proliferan testimonios gráficos o audiovisuales, porque el auge de la novedad fue en tiempos previos a las redes sociales y la masividad de las tecnologías de la información.
La historia de los pueblos se sostiene a través de la memoria de sus habitantes.
De Don Joaquín y su parque tan sólo queda el recuerdo de quienes hemos visitado la magia de una hermosa ciudad de fantasía.