Las plataformas de streaming en Argentina están recuperando el lugar de la ficción a través de producciones locales que cada vez ganan mayor espacio respecto de los programas de televisión abierta o por cable.
Lejos de apostar a producciones brasileñas o turcas, como se ha hecho en otros tiempos, la actualidad pone de manifiesto un nuevo escenario donde confluyen plataformas que se disputan elencos de reconocidos directores y guionistas, junto a un elenco prometedor o consagrado.
La última semana de octubre, Star+ puso en escena El Encargado -de Mariano Cohn y Gastón Duprat, realizada por PEGSA, y con protagónico de Guillermo Francella-, una miniserie de once capítulos que cuenta la historia de un portero de edificio que conoce los secretos y misterios de cada uno de los habitantes de un coqueto edificio de Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La trama, prolijamente sostenida y llevada a cabo con tanto suspenso como humor negro, se centra en un conflicto sostenido sólidamente durante todos los episodios: Zambrano (Gabriel Goity) es un abogado frío y calculador que empieza a tejer alianzas para construir una pileta en la terraza del edificio, lugar en donde se encuentra el departamento de Eliseo (Guillermo Francella), quien en casi treinta años de servicio aporta soluciones a problemas cotidianos que surgen y logra tener la llave de cada departamento del inmueble. Ese lugar de poder lo muestra ante todos como un hombre afable que guarda para la intimidad su rostro más oscuro.
En una disputa que crece comienzan a surgir recelos, cuestionamientos y jugadas estratégicas para imponer la voluntad. Para llevar a cabo la decisión de construir la piscina, se debe contar con la aprobación de la mayoría absoluta entre 17 propietarios.
La pelea, voto a voto, exigirá habilidades intelectuales y perversas de un Francella que oscila entre la ternura del Ricardo Rípolli que brilló en De carne somos y la viveza criolla de aquel que dio vida a la saga Los Extermineitors. Además, sus modos guardan reminiscencias con aquella persona bonachona que brilló en la comedia Casados con hijos, teniendo también similitudes con el malvado inescrupuloso que se destacó en el cine siendo Arquímedes Puccio en El Clan y Mario Vitette en El Robo del Siglo. Su papel reúne todas aquellas versiones con una astucia y destreza que ofrece, acaso, una de sus mejores versiones como actor.
Apenas estrenada, la serie se encuentra en la primera plana del debate público por la resistencia que está ofreciendo el gremio de encargados de edificio, indignado por la manera en que el personaje de Francella estigmatiza al sector ofreciendo su peor cara, lo cual alentaría a que los propietarios prescindan de servicios si hay acuerdo en generar despidos.
Llama la atención cómo la agenda mediática visibilizó esta discusión, cuyos únicos efectos -en definitiva- es dar publicidad a un envío en clave de ficción que no deja de ser parte de un guión; en otras palabras, no se trata de un informe de investigación ni de denuncia, ni siquiera es un documental.
En cualquiera de los casos, vale la pena aprovechar las bondades de productos autóctonos que da trabajo a productoras nacionales y reposiciona al arte audiovisual argentino en el escenario internacional.
El encargado es una gran propuesta que lleva consigo no solamente el aura de la industria del entretenimiento sino también los destellos de una forma de hacer ficción capaz de dar oportunidades a talentos dispuestos a impulsar sus carreras profesionales.