Un mes

La pandemia del coronavirus detuvo al mundo.

Surgió en oriente, se propagó por Europa y llegó a América Latina.

Algunos países accionaron rápido y otros se dejaron estar.

El caso de Argentina es reconocido por la Organización Mundial de la Salud; desde el viernes 20 de marzo se decretó una cuarentena total que exceptuó a los rubros de alimentación, salud y otros servicios básicos, considerados esenciales para la vida cotidiana.

Hasta el momento, las medidas que se han tomado permiten establecer algunas primeras conclusiones:

  • Ninguna política puede ser más efectiva que aquella capaz de recuperar el rol central del Estado para la administración de los recursos. El ente capaz de regular y redistribuir los bienes debe ser la figura de un gobierno encargado de equilibrar las condiciones de desigualdad al punto tal de reducirlas (eliminarlas, claro está, sería parte de un ideal lamentablemente casi imposible de alcanzar).

  • Los sistemas de salud exponen su fragilidad: el peligro de hospitales colapsados e insumos que no son suficientes generan una alerta indisociable de la problemática imperante. Si se está de acuerdo en que la sanidad es un derecho humano indispensable, debería poder garantizarse a la totalidad de la ciudadanía, sin ningún tipo de objeción o distinciones, porque absolutamente todas las vidas valen lo mismo.

  • Hay una falsa tensión entre salud y economía; si bien se privilegia el resguardo de la población para evitar contagios, porque ello ocasionaría males mayores (ausencia de camas, camillas, enfermeros, médicos, medicamentos; sumado a que no todas las razones para atender a la salud tienen que ver con el coronavirus), nunca es menos importante la falta de bienes materiales para aquellos sectores que no trabajan en relación de dependencia. En un país con 30 % de pobreza (alrededor de 15 millones de habitantes) y 40 % de la población económicamente activa en situación de ilegalidad (el denominado «trabajo en negro»), resulta imperioso encontrar soluciones o alternativas a circunstancias que aparecían alejadas o ignoradas por el ojo del Estado.

  • En cuanto a las fuerzas de seguridad, hay una clara intención del gobierno por quitarles esa connotación de militarización (asociada a los episodios más oscuros de la historia nacional) y recuperar su accionar como medio para llegar a las periferias o grupos marginados, llevando alimentos o atendiendo a demandas de los sectores vulnerables.

  • Respecto de la educación formal, el Ministerio correspondiente está accionando en favor de garantizar un derecho que prescinda de la presencialidad. Lo hace a través de dispositivos tecnológicos apelando a un formato virtual, mientras continúa creando contenidos y buscando recursos que suplan la parcial ausencia del factor humano, algo que está a la vanguardia del futuro en este rubro pero que expone las diferencias entre ciudadanos que pueden acceder a ese derecho y otros tanto que no.

Desde Presidencia de la Nación, la estrategia comunicativa es acertada: se brindan periódicamente datos y explicaciones sobre el estado actual de la situación, los beneficios de la cuarentena total y las proyecciones que se prevén para el futuro inmediato, justificando la decisión del denominado Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio. El gobierno se apoya en un cuerpo de especialistas, muchos de los cuales son investigadores de CONICET.

Sin embargo, surgen algunos interrogantes:

  • ¿Hasta qué momento se podría sostener la medida de la cuarentena total, sobre todo cuando mientras pase el tiempo más perjudicada se verá una población que necesita de la reactivación de la economía para sobrevivir?

  • ¿Está previsto cómo prevenir posibles estallidos sociales, que no solamente romperían con la cuarentena sino que también provocarían el derrumbe de todo un esfuerzo que se hace día a día?

  • ¿Es posible generar mayores recaudaciones al Estado sin afectar a autónomos y monotributistas?

  • ¿La coyuntura del momento pone de manifiesto que también es necesario el aporte del sector privado para sostener la economía de un país?

  • ¿Hay algún tipo de riesgo en que el Presidente, amparándose en su imagen positiva, apele a superpoderes que no siempre le hagan tomar las mejores decisiones?

Cuarentena total en Argtentina.

Primer mes de otros que vendrán.

El tiempo será testigo.

 

Foto: Diario Perfil

Un mes de cuarentena

 


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s