El último viernes 18.10, Darío Sztajnszrajber volvió a presentarse en El Teatro – Bar de la ciudad de La Plata.
Luego de Desencajados y Salir de la Caverna, estrenó junto a Lucrecia Pinto y elenco un nuevo espectáculo titulado El Otro.
Combinando las artes escénicas (teatro y música) con el saber filosófico, el protagonista organiza una exposición en cinco tópicos distintos, cada uno de los cuales cierra con alguna canción alusiva.
El primer eje fue la concepción de la otredad como la expulsión de lo distinto. El niño interpela al adulto, cuya vara moral se erige como la medida de todas las cosas. ¿Es el otro una amenaza?
La segunda temática se basó en el extranjero, planteándose el interrogante de hallar lo común en lo diverso. ¿Qué tan ajeno puede ser el reconocimiento de las diferencias señaladas en un otro?
El amor fue motivo de la tercera problematización. La distancia entre el deseo y la realidad, el beso como metáfora de energías que se contactan pero no se cierran de manera armónica y perfecta en la comunicación entre los cuerpos, y la tensión entre libertad y sometimiento, dan lugar a la pregunta: ¿es el otro la proyección de un ideal del yo en el que cada persona busca -en definitiva- parecerse a sí misma?
La muerte resultó fundamento de la cuarta disertación. Paradójicamente, tener conciencia de finitud da sentido a la vida; y el hecho de elegir voluntariamente un final es tomar propiedad sobre toda aquella realidad que se presenta como extraña. ¿Qué sentido tendría la vida si todos los seres humanos saben que algún día morirán, y si la muerte es ese otro al cual nunca nadie podría acceder para luego dar cuenta de lo que sucede?
El último monólogo tuvo como centro a la mujer. A partir de la deconstrucción de valores, creencias y roles en torno a un estereotipo hoy cuestionado, surge la duda de cómo seguirán expandiéndose movimientos como el feminismo. ¿De qué maneras se caracteriza la presencia de la mujer en tanto un otro que a su vez genera nuevas condiciones para una masculinidad que debe reinventarse?
Con estilo didáctico y dialéctico, Sztajnszrajber apela al humor y las referencias culturales hegemónicas para cuestionar lo dado y desnaturalizar lo obvio.