Si hay algo que caracteriza a La Plata, eso puede ser que se trate de una ciudad con gran acervo cultural, adonde convergen muchas iniciativas que le dan vida a propuestas en clave de integración.
Hablamos de un lugar que tiene muy arraigada a la universidad como instrumento político y social, y que da apoyo, valor y legitimidad a los conocimientos; pero que no por eso evita que surjan otros espacios alternativos que hacen de la transformación, la creatividad y el desarrollo de los talentos, una oportunidad para ser y pertenecer.
Así fue que en 2007 -hace exactamente una década- un grupo de voluntarios compuesto por estudiantes de Periodismo, Bellas Artes, otras carreras, y no necesariamente académicos, se animó a dar impulso al sueño de acercar la cultura a la comunidad, movilizando el espíritu de un barrio en el que los vecinos comenzaron a formar parte para dar rienda suelta a lo que hoy es una hermosa realidad.
La Bicicletería es una creación colectiva que articula varias vertientes, todas ellas de índole social: tiene un aspecto educativo –«La Casa Escuela»– que transita por redes no formales, ofreciendo talleres de plástica, música, cine y otros tantos más; y a la vez se convierte en un lugar mágico adonde se puede disfrutar de una interesante cena, en compañía de una excelente atención y un mundo con proliferación de libros.
En tiempos siempre difíciles para nuestro país, a partir de los cuales el problema de no ser es una amenaza recurrente, existen instituciones que ponen en duda los criterios y las decisiones de sectores que poco y nada tienen en cuenta a la diversidad; y congregan en su amor, fuerza y voluntad, todo un esfuerzo destinado a revitalizar el mensaje más importante de todos: es mejor ser comunidad que caminar la calle en soledad.
Que todo siga fluyendo para el bienestar general de sociedades que hacen del encuentro su razón de ser. Nada mejor que compartir y disfrutar de espacios comunes para disfrutar la vida cotidiana.
Foto: Archivo Personal
Adriano LH 