Yo, Daniel Blake

¿Qué pasaría si un día, a un hombre grande y simple trabajador, se le detecta una enfermedad coronaria que le impide realizar su tarea de manera profesional?

Esta es la historia del carpintero Daniel Blake, ícono de una clase obrera por siempre relegada en un mundo cada vez más hostil, competitivo y excluyente.

Su vida es la de muchos y la película tiene la particularidad de generar una fuerte comunión entre el protagonista y el espectador, ya no solamente desde las emociones que surgen en una ficción que tiene algunos guiños en clave de documental, sino también a partir de los valores íntegros, solidarios, humanos, de una persona auténtica y honesta, que tras haber quedado viudo tiene muy poco a lo que aferrarse: unos jóvenes vecinos que son rebeldes y que lo tienen a mal traer pero en el fondo lo respetan; y una madre soltera con sus dos hijos pequeños, en condiciones de pobreza e indignidad que llevan a la desesperación.

La cinta propone una fuerte crítica social al sistema de previsiones por parte del Estado de Bienestar que, en vez de cuidar a sus ciudadanos, los acorrala a partir de un conjunto de medidas burocráticas cuya única misión es derrotarlos. La cantidad de trámites y requisitos imposibles de resolver por gente en situación de vulnerabilidad plantea un escenario que permite comprender, desde otro lugar, la perversidad de un capitalismo que salva a muy pocos y hunde a unos cuantos.

¿Qué queda para los jubilados, que nacieron en un contexto distinto donde valía la palabra, que ya no pueden vivir de sus oficios?

¿Cómo hacen los inmigrantes que llegan a otro país en busca de oportunidades a las que tampoco podrán acceder, debiendo así someterse a la clandestinidad?

¿De qué manera una familia que no pertenece a los sectores privilegiados logra tener techo y comida sin recurrir a humillaciones?

La soledad, la tristeza, las injusticias, el dolor, la vejez, los derechos, la ilegalidad, la prostitución; todo ello y mucho más, problematizados en un film que invita a pensar las condiciones actuales de obsoletas políticas que han destruido la vida de personas inocentes.

El estreno en Argentina coincide con el suicidio de un jubilado en Mar del Plata, que a los 91 años tomó la drástica decisión de quitarse la vida, en parte por verse derrumbado ante las impericias de un Estado que prolonga agonías sin ser eficaz para evitarlas.

El hecho demuestra la popularidad y vigencia de la realización de Ken Loach, capaz de enseñarnos que la lucha incesante en Yo, Daniel Blake (ganadora del último Festival de Cannes) abraza al conjunto de una sociedad que se identifica con causas que necesariamente deben ser colectivas.

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Ficha:

– Dirección: Ken Loach.

– Países: Reino Unido, Francia.

– Año: 2016.

– Género: drama social.

– Protagonistas: Dave Johns, Hayley Squires.

– Calificación: 9 (nueve).

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Foto: www.filmin.es

Blake Reclamo

 

 


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