Día Mundial de la Filosofía

(Acerca del 19 de noviembre de 2015: Día Mundial de la Filosofía).

La filosofía es un saber controversial, con grandes adeptos pero también enormes resistencias.

Quienes nos dedicamos a esto, debemos convivir entre esos dos tembladerales, haciendo equilibrio para no caernos en las profundidades de la historia.

No ganaremos nada en el ahogo.

Tampoco si quedamos cautivos.

La prisión es un velo que no nos deja mirar con optimismo ninguna realidad, ni siquiera aquella construida a propia conveniencia.

Estudiar filosofía es muy distinto que filosofar; y filosofar, poco tiene que ver con improvisadas charlas de café. Aunque, nobleza obliga, las infusiones son las perfectas excusas para poner en tensión ideas y hacerlas circular.

El compromiso con el bien, la verdad, la libertad, la felicidad, la memoria, la justicia, el pasado, el presente, el futuro, el amor, la belleza, el conocimiento (y muchos más etcéteras afines), es lo que le da respaldo a una disciplina ninguneada por ser contracultural a los saberes consagrados socialmente en tiempos de mera producción y masificación de las mentes y los cuerpos.

Nosotros -como docentes– no seremos capaces de honrar ningún tipo de saber si transmitimos y no comunicamos; si depositamos insignificantes, lentas y pesadas lecturas a niños, jóvenes y adultos, que no necesitan de ellas.

No es una norma el hecho de producir sentido, pero sí será obligación moral el hecho de ayudar a la autonomía de lograrlo. Nuestro rol pasará por difundir y dar a conocer, nunca por esconder ni reservarnos la oportunidad de ser.

En un contexto con permanente disputa por la posesión, no podremos ser amos del mundo pero sí dueños de nosotros mismos.

Pensar para decir, decir para hacer, hacer para transformar.

Si la filosofía ha de servir para algo, quizás lo sea para oponer trascendencia a un estado de cosas que se conforma con ser meramente efímero.

Como parte involucrada, éstos son mis ideales.

 

MF


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